El vidrio templado es un vidrio de seguridad al que mediante tratamiento térmico se le  incrementa la resistencia a las tensiones de origen mecánico (flexión, choques…) y térmico (diferencias de temperatura), sin alterar las  propiedades espectrofotosimétricas del producto base.

En caso de rotura, el vidrio templado se caracteriza por que se fragmenta en pequeños trozos, evitando el riesgo de accidentes. Esta característica lo hace especialmente indicado para todas aquellas aplicaciones donde se requiera protección ante el riesgo de heridas en caso de golpes o choques. Además posee un excelente comportamiento mecánico en resistencia a impactos, a la flexotracción y a las tensiones térmicas, soportando unas diferencias de temperatura que pueden llegar a alcanzar los 200º C. Por todo ello, el vidrio templado está considerado como un material  de alta seguridad para la construcción, tal y como se expone en la Norma UNE EN 12150-1.

Las aplicaciones y el campo de utilización del vidrio templado son muy amplias. Sus prestaciones como vidrio de seguridad lo hacen indispensable en su uso en interior o en exterior, y también permite la aplicación de técnicas de decoración mediante resinas, chorreado de arena y serigrafía personalizada, en función del diseño y proyectos concretos del cliente.

Actualmente, la arquitectura contemporánea aplica este material en fachadas y muros cortina, incorporado o no en unidades de doble acristalamiento. Otras aplicaciones habituales son: marquesinas, cabinas telefónicas, mobiliario urbano, paneles informativos y publicitarios, pistas deportivas, puertas de entrada y de paso, mamparas de baño, frentes de armario, bandejas frigoríficas, vitrocerámicas, puertas de hornos…. También se instala vidrio templado en establecimientos comerciales para grandes superficies acristaladas, mostradores, defensas laterales de escaleras, expositores y mobiliario, buscando la seguridad física de las personas en momentos de fuerte afluencia de público.

En el proceso básico de la fabricación de vidrio templado, es fundamental disponer de un equipamiento técnico y tecnológico de primer orden, ya que requiere de diversas manufacturas para su fabricación y uso posterior. Estas manufacturas deben realizarse en fábrica de manera que el estado de cantos, aristas y superficie del vidrio no se vean alteradas para después proceder a la aplicación del tratamiento térmico en el horno de templado.